lunes, 25 de febrero de 2013

Si mis niños pusieran huevos Eco, que felices serían, y yo




Y mi mujer, y todos los padres del Mundo. En fin que me cabreo con ciertas cosas que chocan en mi mente, pero sobre todo en mi alma es dónde chocan de verdad.
La polémica anda suelta en Alemania, dónde por lo visto no cumplen la normativa para la crianza de gallinas ecológicas, aquí se cumple y todos tan felices. Lo siento pero no entiendo nada, la legislación europea en esta materia es de aplicación en todos los países desarrollados de Europa, por supuesto. Y es que una gallina, debe criarse sana, con cuatro metros cuadrados por gallina en interior y diez metros de acceso libre en el exterior. No es una cuestión de matemáticas, es una cuestión principios y de honradez humana de la que carecemos. Claro que quiero que una gallina tenga todos esos metros, pero mis niños también en su colegio y todos los niños en todos los colegios.
Cualquier clase de cualquier colegio tiene como media entre veinticinco y treinta niños (porque para mi un niño de cero a doce años, es un niño, no es un alumno), y lo normal es entre treinta y cuarenta metros, del patio ni hablamos, verbigracia; cualquier colegio medio debería tener doce mil metros, sólo de patio si los sustituimos por gallinas, claro. Pero podemos apretar un poco más y es que si tenemos en cuenta la masa corporal y el peso de una gallina respecto al peso y tamaño de una personita considerada niño en todo su esplendor, somos una sociedad de asco y unos padres a los que solo nos avala el libro de familia como tales. Tragamos con lo que nos echen y además felices aparentemente, esto sin entrar en la disyunción filosófica que distingue entre fenómeno y noúmeno. 
Ya hemos asumido como normal que cualquier niño cuando va al colegio, pues claro, se resfría, se contagia, coge virus etc, etc si hasta el pediatra lo tiene como frase coletilla; ¿va al colegio?, entonces normal, le mando unos medicamentos (droga, droga), y en tres días otra vez a la celda. Siento la vileza de mi comparación, pero entre una cárcel y un colegio, la única diferencia es que muchas veces al salir te buscan un trabajo.
Siento haber tenido que escribir este artículo, pero si no asumimos la realidad que tenemos no podremos cambiarla, ánimo a todos.

4 comentarios:

  1. Hola Fernando gran reflexión o toma de conciencia de la realidad existente con nuestros hijos. No debes sentir el publicar este artículo, pues en él està el porque del fracaso escolar de nuestra siguiente generación. Este sistema castra educacionalmente hablando a nuestros hijos, los hacina y obliga a seguir unas normas obsoletas aniquilando cualquier reflejo instintivo.
    La naturaleza es sabia, todos tenemos instintos que en la infancia están aún muy presentes de lo que nos va a dar la felicidad desde dentro. El sistema actual los corta de raíz intoxicando a los niños con información que ellos mismos en su debido momento pedirán. La solución es simple aunque nosotros queramos complicarlo todo, la naturaleza como he dicho es sabía pues ahí debían estar, en la naturaleza desarrollándose en su medio. Con todo lo necesario para su demanda de saber, porque el ser humanó es curioso por naturaleza y siempre está deseoso de aprender. Así que te felicito Fernando, por abrirnos los ojos, que falta les hace a nuestros hijos.
    Buenísima comparación.

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  2. Hola
    Que razón llevas y que verdad más grande. Es mas, agradezco que hayas escrito sobre el tema para poderme desahogar un poco al respecto. Y es que ya es hora de que digamos "hasta aquí hemos llegado". De verdad que has tocado un tema por el que últimamente tengo muchos quebraderos de cabeza, y hablo, comento y ....puedo decir que no soy la única descontenta. Y cuando digo "quebraderos de cabeza" me refiero a mil y una razones para no estar de acuerdo ni encontrar una explicación lógica al por qué de esta educación, qué es realmente lo que pretende esta educación, enseñar el qué? o es que se enseña haciendo que un niño rellene con 3 años unos cuantos libros de fichitas al trimestre acompañados de otras "fichitas de preescritura" y que la preocupación del cole sea que no presiona bien el lápiz, o que se levanta mucho en clase o que es muy charlatán con tres años. En vez de que conozca la naturaleza a través de todos sus sentidos, experimente emociones, que no aplasten su curiosidad, que no lo callen contínuamente y que pueda andar, correr, sentarse y levantarse todas las veces que su cuerpo y su curiosidad se lo pida. Esta claro que algo no funciona, a la vista está el fracaso escolar que tenemos en España siendo nuestros niños uno de los países en los que antes empiezan a escribir y leer, por lo tanto, será que en la escuela, al menos en un principio habrá que trabajar otro tipo de cosas que no sean "las letras y los números", es decir, potenciar esas capacidades que trae el ser humano, y cada uno diferente del otro, sin aplastar curiosidades, trabajar y cuidar los valores.
    En fin, como dice mi madre, nunca es tarde si la dicha es buena. Y por mi parte, en esas andamos.

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  3. Gracias por la reflexión, Fernin. Actualmente me preocupan dos temas por encima de todos los demás en mi día a día: a saber, la alimentación (los alimentos más bien) que toma Jorge, y por ende, de todos los niños y adultos. Y en segundo lugar, la escuela (no la educación, más compleja y multifacética, si no el sistema escolar). En este blog se habla de esos dos temas de manera pausada, reflexiva y activa. Por eso participo. Creo que ha llegado un momento en que debemos derrumbar ciertos paradigmas educativos que no han cambiado, mientras la sociedad sí lo ha hecho. los cambios de base suelen llevar aparejados adjetivos como revolucionarios,desestabilizadores, etc. Pero es una burda excusa para no tomar cartas en el asunto. Detecto un alto nivel de hipocresía social y de mirar hacia otro lado, como si fueran necesariamente asumibles situaciones como las que describís. Como una maldición divina con la que tenemos que vivir. Es pura comodidad, tenedlo claro. Es más fácil callar y descargar la responsabilidad sobre otros, o sobre la infalibilidad del sistema.
    Para terminar, sólo avisar que se acerca la obligación de pagar por un servicio gratuito en su definición: el préstamo de documentos y la mera inscripción en las bibliotecas públicas. Ya comentaré más detalles a medida que los borradores de la normativa se vayan aprobando.
    Felicidades.

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  4. ¡Muy bueno Fernan! Un escrito redondo. Desde el título, que engancha y provoca hasta al final...vamos que te veo escribiendo en algún medio en breve (esto tendremos que confirmarlo con la brujalola).

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