miércoles, 1 de mayo de 2013

Genalguacil; Vivir un sueño

 




Genalguacil, pronunciar tu nombre es algo más que una palabra, evoca en si mismo una serie de sensaciones inexplicables. Genalguacil es para vivirlo o por lo menos para soñar sabiendo que existe. Nosotros cumplimos uno de nuestros sueños y lo vivimos con la intensidad que lo merece y nos brindó su pueblo, más todavía su gente, gracias Genalguacil.

Trasladar una familia como la nuestra es toda una aventura, más que difícil un reto ilusionaste, sobre todo porque no es que fuéramos muchos como ya sabéis, sino que nosotros como a la antigua usanza, donde vamos, vamos, y eso quiere decir e implica, arrastrar con lo que consideramos muy nuestro y por si no os lo explicáis, os lo detallo. Los niños está claro que todos, aunque una parte iba y venía como si fuera el camino de toda la vida, pero claro, lo de los niños se entiende, lo que no todos comprenden es lo de llevarse los perros, las gallinas, el caballo, el arado, la vertedera, los ponederos, los comederos, las semillas, las herramientas, el tractor de Mateo, el sillón de mi amada y un largo etc, que si el remolque de los caballos hablara o la guardia civil nos hubiera parado, todavía estábamos en comisaría, porque más que una mudanza aquello parecía estraperlo.

Dejando de lado estos pequeños detalles, os puedo afirmar que estuvimos como pez en el agua. Todos estamos muy acostumbrados a vivir en el campo desde siempre, pero Genalguacil es otro mundo. El entorno impresiona tanto que hace que te sientas parte de la naturaleza más salvaje. Vivir junto a un río es algo que merece la pena probar y si además ese río es el Almachar, ya sabrás que como ese no hay muchos más.






Los niños parecían haberse criado allí. Todo los días al agua, cuando hacía frío se metían con zapatos, chaquetón y lo que llevaran puesto y cuando hacía calor no los sacaba de allí ni el más pintao.



Tuvimos la suerte de vivir en mitad de la nada, que para nosotros era como el todo. Más o menos el pueblo nos quedaba a unos quince minutos, la verdad que siempre se nos hacía muy corto, porque cada día el paisaje cambia, los colores, los olores y las sensaciones se van transformando constantemente. Genalguacil siempre esta ahí pero nunca es igual, cada vez es más luminoso.

                                        
También hicimos nuestro huerto, Genalguacil aunque más frío que por aquí y bastante más elevado sobre el nivel del mar (todo un lujo), permite hacer un huerto en toda época del año, y nosotros lo teníamos claro, no sin nuestro huerto. Así que manos a la obra, os paso mejor  unas fotos y video y os hacéis una idea, pero os adelanto que salió fenomenal, Genalguacil es así y nosotros encantados.














Hicimos otras muchas cosas, pero sobre todo conocer su gente y sus maravillosos e inigualables parajes, realmente nos convertimos en rastreadores, parecíamos topos, entrábamos y salíamos por todos los boquetes y la verdad es que nunca tuvimos la sensación de estar perdidos aunque yo creo que muchas veces conseguimos volver a casa porque Genalguacil te ayuda sin que tu te des cuenta, allí existe una magia y energía que nadie puede discutir, es único.

También sembramos garbanzos, gracias a María y Fernando de las Minillas, el cultivo fue una maravilla, pero compartir la experiencia con María y Fernando fue mucho más que sembrar garbanzos. Tomábamos café y charlamos largo y tendido, Mateo iba por las Minillas como si fuera su casa. Fue grandioso sembrar garbanzos allí, pero realmente me quedo con el fraternal recuerdo de haber compartido mesa, mantel y conversación con María y Fernando.

Cultivo de Garbanzos, Las Minillas, Marzo-Julio 2012


En Genalguacil, conocimos a casi todos y los que faltaron nos conocieron a nosotros, o sea que puedo hablar con rotundidad, buena gente por todos sitios. La experiencia de los niños en el colegio, fue de lo mejor que llevarán en sus vidas, por supuesto los maestros encantadores, pero sobre todo el ambiente que se respiraba entre todos, padres, niños y profes, una gran familia. Un día hicimos en el cole, buñuelos, digo hicimos porque yo me apunto a todo, aunque la receta y la elaboración corrió a cargo de Antonia "La española" y Manoli,  dicho sea de paso, Manoli el día que se dedique a esto que tiemble la pastelería de "el corte inglés". En fin un buen recuerdo, que sellamos "La española" y yo con una copita de aguardiente, realmente fueron dos, pero no queda bien decirlo.

No puedo contarlo todo simplemente porque tengo para un libro, pero insisto en la magia y energía de Genalguacil y lo fantástico de personas como Josuah y su familia, la pluralidad que aporta Ute, lo bien que habla de su pueblo Fina o el entusiasmo de su hermano Juan por Genalguacil. Miguel el Alcalde, es otro entusiasta, se ilusiona e ilusiona, dos buenas cualidades para ser Alcalde y buena persona. No tuve mucha ocasión pero un par de charlas con Antonio el del Refugio me dieron tiempo para detectar a una persona trabajadora y con sabiduría del campo igual que Paco "el de Rita". Los buenos ratos de campo y sierra me los brindo Diego "el rubio", por su puesto Juan Carlos e Ismael, buenos compañeros de viaje, la abuela de Ismael, Antonia, me pregonaba dónde me viera pero lo hacia con cariño, realmente me acuerdo de ella. Pero si hay cosas que llegan al alma, fue el pan que me regaló Paca
 ( ocurrió el primer día), y a decir verdad lo que me impactó fue su gesto y decisión, Paca y su familia son así, gracias Paca, la próxima vez que vaya te llevaré un pan que personalmente haré con todo el cariño del mundo. En fin la lista sigue y sigue y los recuerdos igual, no es plan de poner aquí las sensaciones que estoy sintiendo al escribir esto, pero sinceramente estoy emocionado. Bueno ya termino, pero antes de hacerlo tengo que escribir un apartado muy especial.

Genalguacil, punto y aparte, Antonio y Diego

No encontraré con facilidad las palabras para que podáis entender lo que realmente quiero expresar, pero aún así lo intentaré. Lo que quiero que quede claro es que en mi vida he conocido muy, muy pocas personas como Antonio y Diego, esto no quiere decir que todas las demás no sean ni mejores ni peores, simplemente esa esencia humana, cultural, ética y moral, de arraigo al campo y respeto por el medio natural y los animales son cosas que desgraciadamente a día de hoy son difíciles de reunir, simplemente porque la vida está así. 

Cualquiera que conozca a Antonio y Diego, ya quedará impactado por el brillo de sus ojos y la transparencia de su mirada, el tono de su voz y hasta la forma de andar los convierte en personas únicas.

Todo esto lo digo porque lo he vivido, prácticamente todos los días durante casi un año. No han sido pocos los cafés que nos hemos tomado ( con tostada incluida, claro) y no menos las charlas sobre casi todo, ni una enciclopedia de las buenas, ni siquiera "Google" reúne tanta sabiduría y constancia.

Yo que fui  a Genalguacil atraído por su entorno, y por implicarme en la conservación del medio y recuperación de vacas (raza Pajuna) en peligro de extinción, he llegado a la conclusión que lo verdaderos conservadores del medio natural son personas como Antonio y Diego y a la vez se convierten en los verdaderos seres en peligro de extinción. He visto como muchos días les faltaban las fuerzas para seguir con el trabajo de las cabras y las ovejas, he comprobado lo difícil de vivir en la sierra y muy retirado del pueblo, pero lo que nunca vi en ellos fue falta de ganas e ilusión en hacer lo que hacen, además muy rotundas sus afirmaciones " aquí vamos a estar hasta el final". 

Estas personas son las que merecen el reconocimiento de todos, ellos son los que de verdad velan por la vida del monte, siendo sus mejores conservadores y cuidadores. Ellos si que merecen ser escuchados y las administraciones aprenderían un poco de como funciona la sierra. Por mi parte dignos del mejor homenaje y agradecimiento por parte de todos.

A nivel personal, una suerte conocerlos y quererlos, para Mateo, jamás tendrá unos profesores como ellos. Así que desde aquí, y ellos ya lo saben, siempre estaré a su disposición, esté donde esté, yo acudiré a su llamada sin dudarlo, gracias por ser como sois y felicidades por vuestro trabajo incansable.


4 comentarios:

  1. No todas las familias hubieran disfrutado, aprendido y amado tanto como vosotros. Y lo digo porque os conozco. Gracias por compartirlo con todos.

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  2. La suerte fue también para Genalguacil por teneros y nuestra por dejarnos compartirlo con "los de la ciudad". Un sitio maravilloso: el valle con la luz del atardecer, el río, la naturaleza por todas partes, pero sobre todo vosotros. Me quedo hasta con la caida al agujero con la zarza...¡si no me ayudas todavía estoy allí! Gracias familia.

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  3. Yo puedo decir que aunque no vivía allí, pero iba bastante y no sólo porque aquello era maravilloso e inimaginable de ver en el mundo en el que vivimos porque sin una familia como vosotros es muy difícil vivir a bastantes kilómetros de distancia( como ahora me esta pasando, pero gracias a personas tan fantásticas que componen nuestra familia os pude tener conmigo hace poco). Bueno lo que me gustaría dejar claro que genalguacil es tal y como lo retrata mi padre aquí, es un lugar donde ellos cumplieron parte de sus sueños y nos hicieron aprender muchas cosas. A mi me hicieron ver que tengas lo que tengas, siempre tienes que cumplir tus sueños y metas en la vida, sólo para algo tan sencillo que es ser feliz. Gracias a la experiencia que compartí en genalguacil con mis padres y hermanos, soy feliz cumpliendo mis sueños. Gracias genalguacil y gracias mis queridos padres por abrirme los ojos en aquel paraje tan maravilloso.

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  4. Hola Fernando, tu resumen de las vivencias en Genalguacil me han hecho recordar momentos increíbles y sÍ, es verdad, ha sido vivir un sueño, gracias a ti y a Genalguacil y sus gentes. Ahora nos has brindado el revivirlo con los recuerdos maravillosos de esos niños disfrutando en el río.

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